Los vaivenes institucionales nacionales y nuevas exigencias globales ponen a prueba al cultivo.
La soja es la principal oleaginosa sembrada en Argentina con un 90% del área total de los principales cultivos de esta variedad, que también incluyen al girasol, la colza, el lino y el maní. Tras muchos años de ser el principal grano en la producción agrícola nacional, en el último tiempo tanto por razones internas como externas ese reinado absoluto fue puesto en cuestión.
En un escenario de fuertes presiones impositivas, inestabilidad macroeconómica, mejor performance de otros países productores y nuevas demandas del mercado internacional -sobre todo Europa-, la cadena enfrenta nuevos desafíos que requieren más que nunca que productores, asesores y profesionales reciban capacitación permanente para poder tomar mejores decisiones.
Sobre esto se habló en el marco del panel “Situación del mercado de soja y desafíos para la cadena frente a los cambios en el contexto internacional” organizado por Acsoja, una institución de la cual el CIASFE forma parte activa a través de la representación del ingeniero agrónomo Gabriel Caterina (MAT 82 4 0120), ex presidente del Colegio y asesor de empresas agropecuarias.
Nuevos desafíos
Argentina enfrenta en los últimos años una pérdida de competitividad del cultivo soja, según precisó Eugenio Irauzegi, analista de mercado de Zeni, quien -durante el panel organizado por Acsoja- repasó el contexto internacional y el mercado global de soja. “La oferta 23/24 está concentrada en América: Brasil con récord, Estados Unidos definiendo la campaña con siembra a paso firme y algunas dudas, y Argentina con una campaña muy particular”.
Según Irauzegi, Argentina viene perdiendo competitividad y productividad, incluso sin sequía, respecto a sus principales competidores: “Competimos en desventaja por las retenciones y los varios tipos de cambio. Este año la producción rondaría los 21 millones de toneladas y eso impacta en los productores y en la actividad industrial. Si le sumamos los precios, tenemos una combinación poco favorable, con una fuerte baja productiva y precios mucho más bajos que la campaña pasada”.
Agenda de trabajo
Como representante del Colegio en Acsoja, Caterina contó que el CIASFE participa dentro del sector servicios de esa entidad: “se elige dentro de cada sector un representante que a su vez forma parte del Comité Ejecutivo, donde yo estoy como pro secretario”.
“El Colegio está muy unido a Acsoja, una institución cuya idea es mirar la cadena de producción desde la base, que es la producción primaria, hasta el producto final puesto en algún lugar donde hay un consumidor”, explicó, para agregar que, al tratarse de toda una cadena con muchos actores, “lo importante y prioritario es que todos los sectores tengan voz”.
Dentro de la cadena, algunos temas aparecen como prioritarios en la agenda de debate: uno de ellos son los derechos de exportación y las retenciones que pesan sobre la soja, un cultivo que -según Caterina- “está discriminado frente a otros cultivos en este punto”.
“Se hace un trabajo permanente de contacto con autoridades de todos los niveles e institutos de investigación para plantear que este tema no le hace bien a la cadena, porque en el fondo no afecta solo a los productores o exportadores, sino que termina teniendo consecuencia sobre todos”.
En ese punto, Caterina recordó que ese debate, también están involucrados los ingenieros agrónomos. “En el sector servicios de Acsoja somos ofertores de servicios a los productores. Toda mi vida profesional he sido consultor de empresas agropecuarias, he sido prestador de servicios, y me he dado cuenta que las definiciones de las políticas terminan afectando a los ingenieros agrónomos en el desarrollo de la profesión, también”.
Soja argentina
El profesional señaló que, dentro del trabajo más macro de Acsoja, este año se va a terminar y presentar un trabajo que es un primer mapa de contenidos de aminoácidos de la soja argentina: “la cantidad de proteínas es algo que se está discutiendo a nivel mundial y que termina fijando precios. La calidad de los aminoácidos que tiene cada país es clave y estamos por presentar ese resultado y creo que vamos a salir muy bien parados”.
En relación a las nuevas exigencias europeas de trazabilidad y deforestación cero para productos que importan, el experto consideró que Argentina debería poder marcar una diferencia ya que la mayoría de la producción viene de la zona pampeana que ya está libre de deforestación. “Es un tema que forma parte de las barreras paraarancelarias y existe cierta preocupación, por eso se está trabajando con otras instituciones en la zona del Gran Chaco. Las instituciones están trabajando bien”.
Profesionalización, la clave
Caterina destacó que, a través de la representación en Acsoja, el Colegio da muestra de su preocupación por los profesionales que lo componen. “En Acsoja hay una parte de política y otra que tiene que ver con la investigación, el diálogo permanente y la difusión y capacitación continua. Hay muchas cuestiones de Acsoja y del Colegio relacionadas con la capacitación que vale la pena aprovecharlas y tenerlas en cuenta. Por eso quiero invitar a los colegas a que no dejen de participar y pedir lo que precisan, porque los ingenieros agrónomos somos profesionales, ante todo”, concluyó.