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Los desafíos de la lechería

El Ing. Agr. José Trombert brindó un pantallazo sobre la actualidad de la actividad y también comentó los caminos hacia una lechería futura que se debatieron en el Congreso Lechero Crea.

La lechería está pasando un momento complejo tras la sequía. Pero que el árbol no tape al bosque. El sector se reinventa con cada crisis tanto en el sector primario, en el tambo, como en el sector secundario, en la industria. Durante el Congreso Lechero organizado por el Movimiento CREA -que se realizó en Rosario y contó con la participación de 800 asistentes entre productores, empresarios y profesionales del sector- se intentó mostrar la actualidad de la actividad y también los caminos hacia una lechería futura.

El Ing. Agr. José Trombert (MP 82-1-0323), gerente de producción primaria en García Hnos Agroindustrial y asesor del sector lechería en CIASFE, participó del encuentro como moderador de uno de los paneles y en Agrovisión Profesional lo consultamos sobre qué se debatió en el congreso.

El rol del ingeniero agrónomo en los establecimientos lácteos

Trombert realizó un repaso sobre el estado de situación del sector. “La lechería está pasando un momento complejo. Venimos de una sequía muy grande que impactó de diferentes formas, pero sobre todo en la confección de reservas, en la posibilidad de producir comida. Hoy está saliendo ese momento complejo porque algo de reserva de segunda se pudo hacer. Hasta hace 10 días fue un invierno benigno, se pudieron sembrar verdeos, alfalfas, que se están consumiendo. Por otro lado, el precio de los granos que es uno de los principales costos del tambo se planchó hace tres o cuatro meses, sobre todo el precio del maíz, y la leche siguió subiendo. Hoy estamos en un escenario donde con un litro de leche comprar 2 kilos de maíz y eso ya te pone una situación de alimentación mucho más favorable, es una buena relación poder comprar dos kilos de maíz con un litro de leche”, reseño.

El referente de la compañía con sede en Gobernador Crespo, más conocida por su marca Tregar, apuntó que el tambo sigue saliendo de su crisis y el sector industrial viene acomodándose, acompañando la inflación con aumentos. “Hasta este mes ha llevado la leche a un valor promedio de 100 pesos el litro, pero se empieza a quedar sin respuestas porque la exportación está planchada. Está con un valor de 3.200 o 3.300 dólares la tonelada de leche en polvo, que es el principal producto exportable, en el mundo no es un valor tan malo si uno lo analiza, pero en la Argentina sí por el tipo de cambio diferencial que tenemos y porque además tenemos un 9% de retenciones en la leche para exportar”, resaltó.

En ese sentido, explicó que hoy “la exportación no está activa no porque no se pueda, se puede exportar, pero no cierra el número”. Dijo que se pierde alrededor de 20 pesos el litro de leche al exportar. El escenario también es complejo en el mercado interno ya que al haber un poquito más de leche y no estar la válvula de la exportación “se está saturando y ya se empiezan a ver señales importantes de que empieza a sobrar leche en el mercado”. “Veo un futuro oscuro si no hay una salida que puede ser temporal con una corrección del tipo de cambios exportable y quita retenciones y que permita tener la válvula exportable que descomprima el mercado interno. El mercado interno va teniendo pequeñas caídas de consumo propio de la situación macroeconómica que vive la Argentina”, indicó el ingeniero agrónomo graduado en la Facultad de Agronomía de Esperanza.

Trombert advirtió: “Estamos ante la puerta de una crisis, porque tenemos que tener en cuenta que en los meses de agosto y septiembre se produce el pico de producción, entonces si no hay una salida exportable realmente va a ser muy preocupante donde poder colocar la leche y eso puede traer problemas serios”.

En paralelo a la situación del comercio exterior el consumo en el mercado interno cae mes tras mes, y sobre todo el tipo de productos que más se consumen. “Cuando medís en equivalente leche, no cae tanto. Sí se ha comoditizado y prácticamente el 70 ó 75% de los productos que se consumen son productos de poco valor agregado: leche fluida, queso cremoso para la pizza y queso barra. Ha caído mucho el consumo de postrecitos, yogures, queso de rallar. Los productos de mayor valor agregado son, en definitiva, los que dejan más rentabilidad y permiten que la cadena láctea funcione mejor”, indicó.

El futuro del sector

Durante el Congreso Lechero CREA se debatió sobre el futuro del sector. Trombert moderó el panel que estuvo integrado por los referentes del área de agricultura de Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos y Córdoba y en ese marco se pudieron exponer algunos de los desafíos que tiene la lechería por delante. “El sector lechero es increíble, tiene una resiliencia extraordinaria que le ha permitido sortear esta sequía, por ejemplo. Es asombroso ver cómo el sector sigue apostando a cambios importantes como la robótica, la inteligencia artificial. La producción lechera claramente de a poco se va concentrando hacia unidades más grandes de producción y eso lo mostró un poco el Congreso de CREA”, señaló el especialista.

Los grupos de productores que están nucleados en CREA claramente son productores líderes y no son el promedio de los productores del país. Los distingue el gerenciamiento de la actividad, tratar de ver la lechería un poco más allá. “Sin duda son productores de puntas, realizan muy buena gestión. Fue un muy buen congreso, hubo mucha gente, se habla de unas 800 personas. Además de debatirse el futuro, se trató de ver la lechería desde otro ángulo, cómo emocionalmente superar las crisis, cómo ser más eficiente por unidad de producto tecnológico. Hizo mucho foco en el factor humano, en la capacitación de la gente. Son temas que la lechería tiene pendiente, independientemente del estado económico en que se encuentre”, puntualizó.

La profesionalización del sector

Trombert habló sobre el abordaje que pueden realizar los ingenieros agrónomos en la lechería y dijo que es clave en los procesos de capacitación de la gente y también en la incorporación de tecnología en el tambo. Pero también para “ayudar al productor en la planificación y la gestión”. “Cuando miraba el auditorio y las personas que exponían veía que había un gran porcentaje de profesionales de la agronomía. Es un sector que en los últimos 10 años se ha profesionalizado de una manera increíble. Hoy es casi como que no se concibe un tambo sin la presencia de un ingeniero agrónomo en algún punto del proceso. Esto creo que contribuye y mucho al desarrollo de la lechería hoy enfrentando un gran problema que se viene hablando ya hace unos años que es la sostenibilidad de los sistemas agropecuarios”, resaltó.

En ese sentido, se refirió a que el crecimiento de la actividad se ha dado básicamente por incorporación de insumos, pero resta recorrer mejor el camino de la eficiencia por unidad de insumo. “Si fertilizaba con 50 kilos y hoy fertilizó con 100 lógicamente la pastura me van a rendir más, pero no por unidad de insumos. No se trabajó tanto en la eficiencia por unidad de insumo. La eficiencia sería producir más con el mismo recurso, si alquilo un campo y meto más vacas voy a sacar más leche, seguramente. En eso el ingeniero agrónomo tiene para aportar y para colaborar muchísimo”, resaltó Trombert.

Además, el referente del área de Ciasfe destacó que hay un espacio para los profesionales que tiene que ver lo que es la sostenibilidad, la medición de huella de carbono. “El sector lechero con el sector ganadero está, entre comillas, atacado por un sector de la población que lo tilda de contaminador por las emisiones de carbono. Ahí está buena parte de lo que habrá que hacer en el futuro con todos lo referido a los afluentes y a fertilización y a medición de huellas de carbono en general. Muchos desafíos por delante y mucho desafío para la profesión”, subrayó.

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