Actualidad

Productos fitosanitarios: el rol de ingeniero agrónomo

Referentes de cada circunscripción del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe (Ciasfe) contaron cómo se está trabajando en cada zona.

La provincia de Santa Fe es pionera en legislación sobre productos fitosanitarios y desde 1995 cuenta con una ley en donde se jerarquiza la figura del profesional ingeniero agrónomo y se pone en valor el rol de comunas y municipios y también de otros actores como los aplicadores de productos fitosanitarios terrestres y aéreos. Con el paso del tiempo y las mejores prácticas agronómicas, se lograron sortear dificultades pero aún resta un camino por recorrer para conseguir una máxima eficiencia en las aplicaciones y lograr mejores resultados en el campo, en armonía con las comunidades. 

El asesoramiento técnico de un ingeniero agrónomo es clave, aunque sólo es una parte de los engranajes del sistema. Todos los actores involucrados tienen una tarea por cumplir. El Estado acompañando con los controles pertinentes y el productor requiriendo la aplicación justa y precisa para cada lote en esta ruta a seguir, que busca minimizar el empleo de productos fitosanitarios y extremar las medidas preventivas en todo lo relativo a su manejo y aplicación. El manejo inapropiado de los fitosanitarios llevó a situaciones indeseadas. 

Los ingenieros agrónomos de Santa Fe se capacitan constantemente y acuerdan con los objetivos de las legislaciones provinciales. En Agrovisión Profesional charlamos con referentes de cada circunscripción del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe (Ciasfe) para conocer cómo se está trabajando en cada zona y analizar los ejes que deberían ajustarse para una mejora del sistema.

En primera persona

La ingeniera agrónoma María Gabriela Allegro, presidenta del Ciasfe II circunscripción (Mat 82-2-0278 Registro Sanidad Vegetal 0054), resaltó que Santa Fe es pionera en el tratamiento de fitosanitarios. Es más, recordó que muchas provincias tomaron la normativa santafesina para diseñar sus propias leyes. “Otras provincias fueron tomando nuestra normativa y mejorándola, aggiornándola. En las provincias vecinas son legislaciones mucho más nuevas que la nuestra, en Santa Fe tenemos ley desde 1995 y en el resto son de 2004 para adelante”, puntualizó. 

Específicamente sobre la región que tiene como cabecera a Rosario, Allegro explicó que “en nuestra zona hay una concentración del negocio de venta y aplicación de fitosanitarios con mucha área de periurbanos” y destacó que “la normativa se aplica desde 2008 más intensivamente por la cantidad de población que va surgiendo en las diferentes localidades”. 

“Hay colegas que están actuando como asesores de fitosanitarios, según la ley deben hacer las recetas de venta y aplicación, deben capacitarse cada dos años y registrarse todos los años tanto en el Colegio como en el ministerio de Producción. Creemos que debe venir una mejora por el lado del productor agropecuario, que cada uno tenga un asesor en el manejo de sus cultivos, y en la aplicación. Hoy es algo más esporádica la demanda, aunque la ley exige receta de todos los lotes de producción y para eso es necesario un ingeniero agrónomo. Como se tiene un contador o un abogado, bregamos porque se tenga un profesional capacitado, un ingeniero agrónomo”, resaltó Allegro. 

Por otra parte, señaló que, si bien el control lo tiene el Estado, el colegio de profesionales también forma parte de un 50% de la fiscalización por un convenio firmado por el gobierno de la provincia. Allegro resaltó: “La normativa todos deberíamos cumplirla sin tener alguien detrás que nos esté presionando. El productor es la figura fundamental para que se cumpla, que los ingenieros agrónomos podamos trabajar y cobrar los honorarios por cada asesoramiento en este tema”.

La presidenta de Ciasfe II consideró que es un desafío para el Colegio poder tener una mejor visión y hacer cumplir las normas y también dijo que es fundamental lograr que el productor entienda la importancia del asesoramiento en esta temática “para el cuidado del medioambiente y de la producción”.

Las recetas de venta y de aplicación

Por su parte, el ingeniero agrónomo Raúl Walker (Mat. 82-1-0226), de la 1ra circunscripción, subrayó la importancia de que Santa Fe sea una de las primeras provincias que haya tenido la normativa y también que la legislación se fuera aggiornando en función de algunas necesidades, como por ejemplo que se inscriban las máquinas aplicadoras y la incorporación de la figura del veedor. “También que las municipalidades y municipios cumplan la delimitación de áreas y el control en áreas periurbanas son avances importantes. En la resolución 1140 de 2014 dice que el productor es usuario responsable, esa es una de las partes que no se está cumpliendo mucho en la provincia de Santa Fe. Falta control en las aplicaciones”, resaltó.

En relación a la legislación en otras provincias, comentó que por ejemplo en Buenos Aires tienen recetas de aplicación on-line y dijo que “el que está haciendo punta en control de aplicaciones es Córdoba, que incluyó una receta on-line hace algunos años”, aunque aclaró que en la provincia mediterránea tienen recetas para productos de banda roja, que prácticamente no se utiliza, pero centraron la atención de las de aplicación “que son las complicadas y debemos prestar atención todos”.

Walker destacó que desde el Colegio se realizaron campañas para difundir la normativa vigente, notificar sobre ordenanzas en comunas y municipios y así evitar la conflictividad. “Algunos problemas aparecen siempre, pero se ha hecho manejable la conflictividad”, apuntó.

El ingeniero agrónomo consideró que uno de los puntos flacos de la temática tiene que ver con la aplicación, no tanto con el segmento de venta. “El asesoramiento para habilitación de depósitos, para expendio, está bastante más acomodado. Se hace conjuntamente con el gobierno, municipio o comuna. Lo que notamos es que la parte de aplicación está un poco saliéndose de lo que debería ser racional. A pesar de que los ingenieros agrónomos tenemos una gran responsabilidad de que la resolución 1.140 define que debería hacerse cada aplicación con receta, este es el talón de Aquiles. Ayudado por la falta de control del organismo de aplicación”, reseñó.

En ese sentido, detalló que de 22 mil recetas de ventas expendidas hay unas 6.200 de aplicación en la jurisdicción del Ciasfe 1. “Se trata de un 20% de aplicación cuando debería ser muchísimas más. Es un indicador que muestra que algo está fallando. De un total de 123 mil recetas expendidas en el último año en la provincia sólo el 15% es de aplicación”, remarcó y aclaró que “el número de recetas de aplicación debería ser superior al de ventas, esto está indicando que hay una pequeña falla en el sistema”. 

Walker contó que se le solicitó al ministerio de la Producción de la provincia que arme un sistema de recetas on line, algo que se trabajó hace algunos años con el gobierno provincial pero que se frenó.

En rigor, consideró que es fundamental que “la obligación pase por el profesional asesor técnico y también por el productor agropecuario, que tenga que mostrar las recetas del trabajo que está haciendo para que haya una obligación”. 

La importancia del veedor

El ingeniero agrónomo Ricardo Renaudo (Mat. 82-4-0312), miembro del Ciasfe 4, compartió el escenario que se vive en la zona de Venado Tuerto. Dijo que en la cuarta circunscripción “la mayoría de las localidades tienen la normativa local de fitosanitarios y se está cumpliendo”, aunque apuntó que muchas comunas y municipios no cuentan con veedor profesional.

“Hicimos un relevamiento sobre si se cumplía, quién era el responsable de controlar y si el veedor era ingeniero agrónomo o no. Detectamos que pocos son los ingenieros agrónomos y un 50% de comunas y municipios tienen un veedor, el resto no”, detalló y adelantó que ahora se trabajará en una convocatoria para informar sobre la necesidad de contar con un profesional matriculado y habilitado. 

Renaudo destacó que en los últimos tiempos no se han registrados conflictos con las comunidades y por eso sostuvo que es fundamental el rol del ingeniero agrónomo y también la difusión y comunicación con la población.

“En Venado hubo muchos conflictos, pero se reordenó. El municipio hizo un par de acciones, habló con la gente, armó reuniones para hacerlos partícipes. Además, Venado tiene un ingeniero agrónomo capacitado como veedor que transmite conocimiento, exige las recetas y sobre lo que se hace al lado de cada vecino”, relató y aseguró que se trata de que “los colegas hagan un trabajo de hormiga, asesorando”. 

“Cuesta, pero vemos un crecimiento en la cantidad de recetas que vende el colegio. Muchos colegas tienen miedo por la responsabilidad de lo que puede pasar y en realidad la receta es el documento que certifica lo que uno quiere hacer y cómo lo quiere hacer. Teniendo en claro de qué forma hacer la receta queda librado de culpa, se pone qué producto, qué dosis y bajo qué metodología de aplicación, siempre dentro de los productos permitidos. Que se haga mal una aplicación, o haya deriva, eso es responsabilidad de un aplicador. Tratamos de transmitir que se haga la receta para dejar en claro cómo se deben hacer las cosas”, subrayó Renaudo para quien “hay que cambiar la mirada, es mejor hacer la receta que no hacerla”.

A modo de conclusión el referente del Ciasfe 4 subrayó que “Santa fe cuenta con una normativa que es excelente” pero dijo que “habría que hacerla cumplir, cosa que no se hace tanto”.

“Todos los lotes deberían tener una receta y no se da, todas las máquinas deberían estar registradas y eso no se da. Debería haber más control. Por ahí se puede actualizar algún punto, pero lo más importante es cumplir lo que hay. Respecto a otras provincias la de Córdoba la hace cumplir un poco más que Santa Fe. Buenos Aires vienen desde abajo, pero avanza muy rápido, tienen receta digital y ahora van por un protocolo de pulverizadores digital, algo que nosotros no tenemos. El Colegio trabajo la receta digital, en el gobierno anterior la habíamos probado, pero cambio la gestión y quedó guarda y los colegas la demandan. Si estuviera la receta digital sería mucho más práctico y la adoptarían más fácil”, resaltó.

La importancia del asesoramiento profesional

El ingeniero agrónomo Cristian Zarzón, de la 3ra circunscripción del Ciasfe (Mat. 82-3-0173), coincidió con que en la circunscripción de Reconquista “no se venden tantas recetas de aplicación” y consideró que mucho tiene que ver con que “el productor no la pide”, es más en dijo que en general “no tienen un asesoramiento agronómico constante” y eso complejiza el escenario.

“Hace falta cumplir con la normativa. Se estuvo tratando de impulsar que cada comuna y municipio tenga un ingeniero agrónomo que haga controles profesionales. Algunas comunas lo tienen y son las que prácticamente no tienen conflictos”, subrayó.

En ese sentido, indicó que se cuestiona la falta de recetas de aplicación, pero haciendo un paralelismo con la automedicación, dijo: “El médico no tiene la culpa que te mediques sin consultarle. El productor no la pide porque no hay tanto control, pero hay mucha responsabilidad en el trabajo y conciencia hoy en día por todos los conflictos que hubo”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *