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Monitoreo del carbono del suelo

Introducción

En un artículo reciente, publicado por el Ciasfe el 26 de febrero, relacionado al valor del carbono del suelo como indicador de sustentabilidad, su autor, el Dr. Sergio Montico bien señala que los suelos agrícolas podrían proporcionar una solución al cambio climático y la seguridad alimentaria.

Señala también, por otra parte, que, a pesar de la importancia para la vida, el suelo no ha recibido por parte de la sociedad, la atención que merece y por lo tanto su degradación se constituye en una seria amenaza para el futuro de la humanidad.

Se hacer referencia también en la nota, a la iniciativa 4 x 1000, lanzada por Francia en 2015, que consiste en unir todos los actores voluntarios del sector público y privado para que, basándose en documentación científica, todos los socios den a conocer o establezcan acciones concretas sobre el almacenamiento de carbono en los suelos y el tipo de prácticas para lograrlo.

Nuestro país ha suscripto dicha iniciativa, además de otras que están en la agenda pública internacional, como la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático que nos compromete como nación, a implementar acciones para aumentar el stock de Carbono del suelo y asimismo a informar en forma periódica, los niveles de carbono que almacenan nuestros suelos y como estos van variando a lo largo del tiempo.

Por lo tanto, surge a las claras la necesidad que los gobiernos y la sociedad en su conjunto, encaren acciones para preservar e incrementar la calidad de la tierra y en este sentido, el Carbono orgánico del suelo resulta en una variable clave para medirla.

En respuesta a dicho compromiso, desde la Subsecretaria de Agricultura del Ministerio de Agroindustria, en conjunto con el Instituto de Suelos del INTA, se ha formulado una propuesta de política pública (Observatorio Nacional de Suelos-Res. 169/17), que tiene como principales objetivos los siguientes:

  1. Implementar un sistema de monitoreo para relevar información referente a parámetros del estado de salud de los suelos a nivel nacional.
  2. Proveer información al Ministerio de Agroindustria y otros organismos de gobierno, nacionales y provinciales para la formulación de políticas públicas.
  3. Generar un sistema de gestión en red de datos de suelos, alimentado por la información obtenida en relevamientos de campo, en cada uno de los observatorios regionales (la Provincia de Santa Fe ya cuenta con el propio).
  4. Realizar recomendaciones técnicas para la generación de políticas de intervención relacionada a la conservación, restauración y manejo sostenible de los suelos.

En virtud de estos antecedentes, el presente artículo tiene como objetivo divulgar las acciones que se vienen realizando y los resultados que hasta el momento se vienen obteniendo.

Protocolo para la toma de muestras para determinación de Carbono

En el marco del Observatorio Nacional de Suelos Agropecuarios (Res. Minagro 169/2017), se propone el muestreo de suelos para la determinación del contenido de carbono a una profundidad de 0-20 cm y monitorear su evolución en el tiempo, en función de los distintos usos a que están sometidos los mismos. 

La toma de muestras, se realiza sobre segmentos aleatorios utilizados por las delegaciones del Ministerio, sobre los que se realizan las estimaciones agrícolas de área sembrada y producción, tanto para la campaña de fina como de gruesa.

Como ya fue mencionado, esta información es de utilidad para la formulación de políticas públicas, vinculadas al manejo y conservación de los suelos, como asimismo para dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por Argentina, relacionados a la conservación de los suelos, siendo el contenido de carbono un indicador relevante para este propósito.

Argentina ya cuenta con un mapa preliminar de stock de carbono, elaborado en base a información cartográfica existente con datos analíticos obtenidos en distintos relevamientos realizados por INTA. Dicha información de base será actualizada en forma quinquenal, a partir del muestreo que se realice a través del observatorio. (Ver anexo)

Metodología de trabajo

Como se mencionó, la base para ubicar los puntos de muestreo, son las unidades censales definidas por el área de estimaciones agrícolas del Ministerio de Agroindustria, que constituyen las unidades muestrales (UM de una superficie de 400 ha) sobre las que se realizan las estimaciones agrícolas de superficie sembrada y producción de granos en cada campaña. 

El área total de producción agrícola está cubierta por aproximadamente 4800 segmentos. (Mapa 1). 

La toma de muestras es realizada por los delegados del ministerio de agroindustria en todo el país, y consisten básicamente en la extracción de muestras compuestas con barreno o pala, a una profundidad de 0-20 cm, en los puntos de muestreo previamente definidos y georreferenciados, para la determinación del stock de carbono a esa profundidad.

La muestra de suelo correspondiente a una UM será una muestra compuesta de acuerdo a las siguientes indicaciones:

Se realizan extracciones de suelo en un punto central donde se ubican las coordenadas geográficas del sitio. Para la obtención de las submuetras, se toma un radio máximo de diez metros del punto central, totalizando 4/5 submuestras para la conformación de la muestra compuesta de la unidad de muestreo. 

Todo el material recolectado se coloca en una bolsa única (0,5-1 kg de tierra), y se rotula debidamente, incluyendo el nombre de quien toma la muestra, fecha, coordenadas geográficas, profundidad, y código del segmento censal.

Una vez finalizado todo el operativo muestral, las mediciones se repetirán cada cinco años, a fin de monitorear la evolución del contenido de carbono. 

Las muestras se envían al laboratorio del Instituto de Suelos de INTA Castelar, para su procesamiento.

Selección de puntos de muestreo

  1. La muestra compuesta se toma en un ambiente representativo de la unidad censal, que coincida además con el uso más habitual de la zona (secuencia de cultivos).
  2. La muestra se toma desde el alambre perimetral del lote, unos 50 metros hacia el interior del lote, para evitar efecto bordura/cabecera.
  3. Se procura evitar zonas anegables como bajos, microdepresiones, cubetas.
  4. Evitar zonas próximas a lugares donde se reúne la hacienda: bebederos, aguadas, molinos, etc.
  5. No se debe muestrear en zonas próximas a viviendas, montes, bajo alambrado.
  6. Cada muestra es georreferenciada en el punto central del área donde la misma se extrae.

Resultados al momento

Se tomaron y registraron aproximadamente 2.200 muestras (45,8 % del total a muestrear) correspondientes a 34 delegaciones. 

La Tabla 1 muestra el porcentaje de muestras tomadas según delegación.

25 de Mayo4,6%Pehuajó4,5%
Avellaneda2,7%Pergamino8,4%
Bahía Blanca2,1%Pigue1,7%
Bolívar0,5%Pres. Roque Sáenz Peña2,0%
Bragado6,4%Quimilí2,6%
Cañada de Gómez2,1%Rafaela1,6%
Casilda1,5%Rosario del Tala5,7%
Charata1,6%Salliqueló0,4%
General Madariaga0,2%Salta2,8%
General Pico2,6%San Francisco1,8%
Junín6,7%San Luis5,6%
La Plata0,8%Santa Rosa4,4%
Laboulaye2,6%Santiago Del Estero0,7%
Lincoln5,3%Tandil1,6%
Madariaga3,6%Tucumán2,2%
Marcos Juárez1,6%Venado Tuerto2,1%
Paraná0,4%Villa María6,5%

La distribución de muestras tomadas hasta el momento, se presentan en el siguiente mapa 1.

Mapa 1. Distribución e los segmentos muestrales 

Del total de registros, al momento se informaron los resultados analíticos correspondientes a 580 muestras. Se están analizando los valores para ampliar la base de datos y actualizar los datos actuales de COS del país. 

En las siguientes tablas se informan los resultados obtenidos hasta el momento.

Anexo: Mapa preliminar Nacional de Carbono

Acerca del autor

Ing. Agr. Dardo Escobar

Mat. 12474

Responsable técnico del Observatorio, Ministerio Agroindustria-Instituto de Suelos INTA Castelar

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