Compartiendo saberes

Anegamientos ¿sólo es un problema de lluvias?

El incremento de las precipitaciones y la agriculturización aumentaron la vulnerabilidad de los sistemas productivos. La respuesta es un trabajo integral.

Anegamientos

En el año 2017 la Agencia Espacial Europea (ESA) publicó una serie de mapas sobre el cambio de los niveles de anegamiento a nivel global como producto del análisis de imágenes satelitales, parte de ellos (Ilustración: 1) se utilizó como antecedente en el trabajo que el Grupo Técnico del Sur Santafesino realizó en el Distrito de Maggiolo  

En el mismo se puede observar que al inicio del período que se tomó de referencia (1984) el distrito de Maggiolo carecía de áreas con inundación permanente (azul) y solo existían áreas que se anegaban temporalmente (naranja).

Actualmente (2015) se puede ver que hubo una expansión en las áreas anegadas permanentes (naranjas y verdes oscuros) y de manera estacional (verdes claros), haciendo que alrededor de 8.061 has del Distrito (12%) sufra alguna condición de anegamiento y perdiéndose superficie productiva.

Precipitaciones 

Es claro que esta tendencia no es solo del Distrito Maggiolo, Dpto. General López, Provincia de Santa Fe, sino que es un problema generalizado en toda la Pampa húmeda y particularmente en la región conocida como Pampa Arenosa.

Se atribuye que la causa de este fenómeno es el aumento del nivel e intensidad de las precipitaciones producto del cambio climático y que el mismo es un fenómeno global, por ende, poco se puede hacer al respecto, salvo las requeridas medidas estructurales como canales, puentes, alteos de caminos y rodear con defensas contra las inundaciones en centros urbanos.

Cuando se analiza el comportamiento de las lluvias en la región (ilustración 2), se puede observar que el promedio en los últimos 40 años ha sido de 973 mm/año con un coeficiente de variación de 198 mm/año, de los cuales el 10% (4 años sobre 40) de los años las lluvias estuvieron por debajo de 775 mm y un 12,5% (5 años sobre 40) por encima de 1171 mm anuales.

La tendencia en los últimos 40 años fue un incremento anual de las precipitaciones de 1,89 mm/año, es decir que en los últimos 40 años la precipitación anual promedio se incrementó en 75.6 mm

Niveles freáticos

Parra comprender el impacto del incremento se debe comprender la hídrica superficial y subsuperficial de la región, 

En la figura 1 tomado de Cisneros 2014, se muestra que el aporte de agua es proveniente de la precipitación, la salida principal de sistema formado por una cuenca arreica/endorreica típico de nuestra región es la Evapotranspiración (ETR), los excedentes (PP-ETR) se infiltran y acumulan en los niveles freáticos o escurren superficial o sub-superficialmente hacia las áreas con relieve deprimido, generando anegamientos temporales o permanentes

Una de las tareas del GTS fue la creación de una red freatimétrica en el Distrito Maggiolo que, entre otras cosas permitió analizar el comportamiento de los niveles freáticos durante el año 2019 y simular la evolución de los mismos durante el período 1980-2019.

Del gráfico se desprende que los niveles freáticos de la región han ido ascendiendo paulatinamente en estos últimos 40 años debido a un balance hídrico positivo, en la década de los ’80 se encontraban en un nivel de 10 a 11 metros de profundidad, en la década de los ’90 alrededor de los 6 metros, en los ’00 se ubicaron en los 4 metros actualmente se ubican en promedio alrededor de los 2 metros.

En un principio el ascenso tuvo un impacto positivo en la producción agropecuaria, dado que aseguraba el abastecimiento de agua para el desarrollo de los cultivos en los períodos críticos de déficit, pero por otro lado se produce una pérdida en la capacidad de almacenaje de agua en el perfil para períodos de excesos de agua provocando una segunda instancia en el anegamiento que ya no solo se produce por acumulación del agua en superficie sino que lo hace también por afloramiento del agua freática sobre todo en campos de relieves deprimidos.

 Balance Hídrico

La dinámica hídrica regional prioriza los movimientos verticales y, de acuerdo con Sokolov y Chapman (1981), el balance hídrico puede simplificarse como el resultado de las precipitaciones menos el consumo de agua expresado por la Evapotranspiración.

La simplificación de los sistemas de producción en toda la Pampa Húmeda, la remoción de pastizales y la sustitución de pasturas por cultivos anuales trajo como consecuencia una reducción del consumo de agua y un balance hídrico positivo.

Si se compara el consumo de agua que había en la década de los ’80 con respecto a los últimos 30 años (1990-2020) puede observarse que se redujo el consumo en 200 mm. 

Esta reducción del consumo de agua supera ampliamente al aporte adicional de 1,89 mm por año de incremento de las precipitaciones o de los 75,6 mm en que se incrementó el promedio de lluvias regional de los últimos 40 años, ampliando los resultados del Balance Hídrico positivo.

Vulnerabilidad

En los organismos globales de prevención, mitigación y adaptación al Cambio Climático proponen que se mida y evalúe el riesgo climático y se analicen los componentes que hagan a los territorios más vulnerables.

En este sentido analizaremos al clima como una amenaza para la región. 

De acuerdo a los datos de lluvia registrados en los últimos 40 años podemos ver que es esperable que exista un año de sequía extrema y un año de exceso de agua cada 10 años. Por otro lado, sabemos que los efectos de una sequía se cortan poco después de la ocurrencia de una lluvia, en cambio las consecuencias de los anegamientos persisten durante más tiempo como es el caso de los niveles freáticos.

La vulnerabilidad tiene que ver sobre como ocupamos el territorio, que actividades se hacen sobre él, de qué manera en definitiva se gestiona el riesgo.

El incremento de la vulnerabilidad no es un patrimonio de la región, sino que es un problema generalizado en la provincia de Santa Fe y toda la Pampa Húmeda, debido a que los sistemas de producción evolucionaron a sistemas cada vez más simplificados basados en cultivos anuales, con escasa rotación.

Esta decisión individual, avalada por el mercado y basada solamente en la renta presunta no considera el incremento de la vulnerabilidad territorial, las externalidades ni los costos ocultos que conllevan. 

Evolución de los sistemas de producción

 Durante la década de los ‘80 en la provincia de Santa Fe (ilustracion 5) se sembraban con cultivos anuales aproximadamente 3.800.000 has que equivale a casi la totalidad de la superficie con aptitud de uso  de suelos I a III, el 65 % de la superficie sembrada correspondian a los cultivos de Soja, Maiz y trigo. 

A partir de la década de los ’90 la superficie cultivada pasó a ser de 5.500.000 has incorporando a los suelos de clase IV e ingresando a los V y VI; el 90 % de esa superficie corresponde a maiz, soja y trigo.

Este proceso, conocido como agriculturización, se hizo de manera anticipada y con mayor magnitud en el Dpto. Gral. López, de las 1.100.000 ha que tiene como superficie, algo más de 750.000 has se siembran básicamente de maíz, soja y trigo.

Externalidades

Las externalidades que genera el actual sistema de producción abarcan todos los aspectos que se consideran en el desarrollo sostenible. 

Desde lo socio-económico por ejemplo puede representarse por migraciones internas, aumenta de escala de las unidades productivas, ante la falta de aparición de sectores económicos más dinámicos capaces de absorber la mano de obra liberada por el sector rural cada vez más tecnificado y simplificado aparece un incremento de la desocupación y del trabajo informal.

Desde los socio-ambiental aumenta la conflictividad urbano-rural por el tema de las pulverizaciones y contaminación a través de los agro-químicos (fitosanitarios y fertilizantes).

Los agroecosistemas comienzan a perder materia orgánica y con ello se deterioran varios parámetros vinculados a las propiedades físicas del suelo y la dinámica hídrica, hay pérdidas de nutrientes por extracción que no son repuestos por fertilización.

Una pérdida en las propiedades físicas de los suelos asociados con Balances Hídricos positivos amplifica los efectos de anegamientos e inundación. Este efecto, no solo tiene un impacto directo sobre los cultivos generando perdidas de áreas o dificultades en el momento de la cosecha por falta de piso, sino que además genera problemas sobre el suelo y sobre la infraestructura rural y urbana.

Sobre el suelo hay efectos como erosión hídrica (laminar y por surcos), arrastre de cobertura por flotación produciéndose calvas, ascenso de napa y salinización del perfil.

Sobre la infraestructura rural el área más sensible resulta los caminos rurales, muchos de ellos por debajo de los niveles del campo que se cortan por anegamientos, sobre todo en las épocas más sensibles de la actividad agropecuaria como es la cosecha, por otro lado, dejan incomunicadas grandes sectores del área rural perjudicando las condiciones de habitabilidad.

Gran parte de las poblaciones urbanas deben ampliar sus sistemas de defensas contra inundaciones en procura de soportar los picos de caudal que generan menores tiempos de concentración del agua superficial que ven aceleradas sus velocidades por un sistema de canales (particulares o caminos erosionados transformados en canales) no planificados.

Todas estas interacciones positivas entre sistema de producción – anegamientos – daño en infraestructura urbano y rural, requiere que empecemos a mirar a escala de lote, de un modo integrado con el territorio y también, que los gestores del territorio (gobierno nacional, provincial y local) generen políticas territoriales que se transformen en verdaderas políticas de Estado.

Relación de áreas y el agua en superficie.

Cuando se habla de inundaciones, se hace referencia a volúmenes de agua, intensidad de las precipitaciones, tiempos de concentración de agua y caudales. En principio la primera reacción frente a una inundación o anegamiento es acelerar la salida de agua para mitigar el impacto de la misma sobre el área a proteger, reduciendo los tiempos de concentración.

Es justamente en este punto donde comparar áreas ocupadas con las diferentes actividades resulta de mucho interés. 

En el caso de Maggiolo, área sujeta a nuestro estudio y en general representativa a casi toda la pampa húmeda y  particularmente al Mar de Arena Pampeano (Iriondo, M. 2010) posee 174 has de área urbana, 1019 has ocupadas por caminos, 8.061 áreas anegadas de manera permanente o temporal y aproximadamente 58.697 has de áreas productivas.

Por cada centímetro (10 mm) de agua que escurran del área productiva y se concentren en los caminos rurales automáticamente se produciría un anegamiento de 57.6 cm. Si esa agua se pretendiese concentrar en los bajos, las áreas anegadas ascenderían en 7.3 cm (Ilustración 6).

Aumentar la velocidad de concentración del agua en superficie obligaría al sistema de drenaje evacuar grandes volúmenes de agua para lo cual obligaría sobrestimar el diseño hidráulico de canales y puentes. Actualmente los diseños hidráulicos para obras en el sector rural se hacen con recurrencias de 2.5 a 5 años y para la estrategia considerada en este punto requerirían de recurrencias de 20 a 25 años.

Relación de niveles freáticos con perjuicios en la infraestructura

La red de freatímetros generada en el área bajo estudio permitió por un lado elaborar la primera aproximación para un modelo general de fluctuación de los niveles freáticos que permitiría avanzar hacia un sistema de alarmas local y por otro lado un mapa piezométrico que permita conocer el movimiento interno de los niveles freáticos y su interacción con el relieve.

El modelo general nos dice que por cada 100 mm de Balance Hídrico puede moverse verticalmente 39 cm, este valor dependerá de las características de las lluvias, posición en el relieve y de las propiedades físicas del suelo como contenido de materia orgánica, compactación, estabilidad de agregados, etc.

De este modo, de acuerdo a la profundidad del nivel freático y de las previsiones climáticas se puede generar un sistema general de alarmas que aporte información sobre probabilidades de anegamiento, que en lo ideal debería luego ajustarse a la escala del lote (Ilustración 7).

Con el mapa piezométrico se pueden detectar los lugares con mayor vulnerabilidad por ejemplo en los caminos rurales. (Ilustración 8).

De esta forma y con mediciones periódicas de los niveles freáticos se puede construir un sistema de alerta tempranos para prevenir eventuales cortes de los caminos.

Las soluciones que no son

Muchas veces se plantea la realización de mega-obras para drenar suelos anegados y concentrar el agua excedente superficial de los sistemas de producción para darle salida hacia el mar. 

Sin duda que las obras de infraestructura son necesarias, ellas son las responsables de enmendar las consecuencias de un sistema antropizado. Es entonces que se buscan ejemplos y tecnologías de otros países que lograron paliar los problemas de anegamientos como Holanda y su polders.

Frente a esto es bueno que comparemos Holanda con Argentina.

Holanda, cuando lo llevamos a la unidad de superficie resulta que el valor agregado agrícola de Holanda es casi 70 veces superior.

La causa de esa diferencia es básicamente lo que produce y en donde lo vende, esto termina generando una capacidad de inversión superior para solucionar los problemas.

Por otro lado, la capacidad contributiva de la sociedad es 4 veces superior la de Holanda con respecto a la Argentina. 


Holanda Argentina
PIB (millones US$ a precios actuales)831.810519.872
Agricultura, valor agregado (millones US$ )15.43531.697
Área de tierra rural (kilómetros cuadrados)21.4122.690.270
Población total17.231.01744.494.502
PIB/cápita (US$)48.27411.684
Valor agregado agrícola/cápita (US$)896712
Valor agregado agrícola/km2 (US$)720.86311.782
Área rural/cápita (km2)0,00120,0605

De la tabla 1 se puede ver que, si bien el valor agregado agrícola total en Argentina es el doble que la de 

En definitiva, Holanda posee una superficie agrícola menor, un mayor agregado de valor de la producción, una mayor capacidad contributiva y orígenes de problemas diferentes haciendo que sea necesario pensar para la realidad de nuestro país soluciones diferentes.

Propuesta

La propuesta del grupo de análisis está centrada a partir de los siguientes principios básicos: 

  • El cambio y variabilidad climática está generando en la zona un cambio de régimen pluviométrico en cuanto a la frecuencia, torrencialidad de las lluvias y las alternancias de sequias con periodos de inundaciones.
  • Para la región es esperable un año de sequia extrema y un año de precipitaciones extremas cada 10 años.
  • Las consecuencias de las inundaciones tienden a perdurar en el tiempo más allá de momento que se produce.
  • Algunas de ellas, como el ascenso del nivel freático compensa parcialmente la falta de lluvias en los períodos de sequía.
  • El sistema productivo actual tiene externalidades que amplifica el impacto de la variabilidad climática.
  • Que los principales cultivos anuales se seguirán haciendo dado que son los que más se adaptan a los actuales sistemas de gerenciamiento y producción.

Por todo ello consideramos que es necesario trabajar en forma integral 3 ejes:

  • Legislativo
  • Productivo 
  • Infraestructura (caminos rurales)

Desde lo legislativo se debe procurar estructurar un sistema de premios y correctivos para quienes a través de sus sistemas de producción presten servicios ambientales vinculados al cuidado de los recursos naturales y fundamentalmente consuman los excedentes de agua, para lo cual sería conveniente la integración de políticas de Estado en los niveles Nacionales, Provinciales y Locales.

También es necesario discutir la ley de alquileres, dado que los contratos anuales de alquiler atentan en contra de manejo racional del suelo.

Por otro lado, es necesario promover políticas de integración urbano-rural con una mirada integral enmarcada en el ordenamiento territorial. 

Desde lo productivo creemos que es necesario que cada lote deba tratar de consumir o retener el agua que cae sobre él y permitir el escurrimiento básico a fin de mantener su superficie libre de agua, pero con velocidades no erosivas.

Para lo cual se hace necesario incorporar en la rotación a los cultivos de cobertura, dobles cultivos, pasturas y en áreas no agrícolas considerar la posibilidad de forestación como una actividad productiva a mediano plazo y en donde sea necesario promover prácticas de sistematización como terrazas y cultivos en contorno. 

En cuanto a la infraestructura, caminos rurales, se hace necesario encontrar modos diferentes de gestión con el fin de que los mismos   puedan mantener la transitabilidad en los períodos críticos.

Es necesario estructurar una red de canales que permitan gestionar los excedentes hídricos que no pudieron resolverse con las medidas de manejo desde el sistema productivo. 

Acerca del GT-SSFe y los autores de la nota

El GT-SSFe está conformado por profesionales referentes de diversas instituciones: Facultad de Ciencias Agrarias UNR, Ministerio de la Producción Delegación Rufino de la provincia de Santa Fe, Agencia de Extensión Rural Venado Tuerto-INTA, Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola Sur de Santa Fe CREA y Facultad de Ciencias Hídricas UNL.

Ing. Agr. (MSc) Mario Monti

Mat. 82-4-0063

Jefe delegación Rufino del Ministerio de la Producción, Miembro del Grupo Técnico del Sur Santafesino y Coordinador del Observatorio Santafesino de Suelos

Ing. Agr. (Esp.)Ricardo Pozzi

Mat. 82-4-0124

Asesor Grupo CREA, Miembro del Grupo Técnico del Sur Santafesino y Representante por CREA en el Observatorio Santafesino de Suelos

Ing. Agr. Fernando Rosell

Mat. 82-4-0112

Asesor Cambio Rural y Miembro del Grupo Técnico del Sur Santafesino

1 comentario

Responder a Martín B Garcíarena Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *